Flavio Frohlich. Imagen: Max Englund. Fuente: UNC School of Medicine.
En el año 2003, científicos del Centro para la Mente, asociado a la Universidad de Sydney (EEUU), descubrieron que un tipo de estimulación eléctrica del cerebro llamada estimulación magnética transcraneana podía mejorar la capacidad intelectual de las personas, capacitándolas para comprender arduas teorías científicas y resolver difíciles problemas matemáticos.
Años más tarde, en 2010, científicos de la Universidad de Oxford también demostraron que era posible aumentar las capacidades matemáticas de cualquiera aplicando, simplemente, leves descargas eléctricas en una zona del cerebro: el lóbulo parietal.
En 2014, además, hubo dos estudios que constataron la posibilidad de mejorar el cerebro con estimulación eléctrica. Uno de ellos, de la Universidad Northwestern de Estados Unidos reveló que esta técnica puede mejorar la memoria; y el otro que, aplicada a la corteza frontal media, la estimulación eléctrica puede fomentar la capacidad de aprender a partir de los propios errores.
Por último, este mismo año, investigadores de la Universidad Bar-Illan, en Israel, han demostrado que se puede cambiar la forma de pensar (en concreto, aumentar el grado de divagación mental) con un estímulo eléctrico leve aplicado en el cerebro.
Por si esto fuera poco, se acaba de anunciar un nuevo avance hacia la “transformación” del cerebro por medio de estimulación eléctrica (siempre se usan técnicas indoloras y no invasivas): Científicos de la Escuela de Medicina de la Universidad de Carolina del Norte (UNC Health Care) en EEUU han conseguido aumentar, en un 7,4% según tests realizados, la creatividad de adultos sanos con una leve corriente eléctrica (de 10 herzios) aplicada a sus cerebros.
¿Qué es la creatividad?
La creatividad es la capacidad de generar nuevas ideas o conceptos, o nuevas asociaciones entre ideas y conceptos conocidos, lo que habitualmente produce soluciones originales. Aún no se sabe de qué modo difieren las estrategias mentales entre el pensamiento convencional y el creativo, así que la cualidad de la creatividad suele ser valorada por el resultado final.
A nivel neurofisiológico, recientemente se ha logrado establecer un posible origen de esta habilidad cognitiva superior. Ha sido en una investigación de la Universidad Northwestern, en EEUU. Según esta, la creatividad se da gracias a una reducción de la capacidad para filtrar estímulos sensoriales irrelevantes, es decir, para aislarse del mundo y concentrarse. A cambio, esta condición “puede hacer la vida más rica y significativa”.
Años más tarde, en 2010, científicos de la Universidad de Oxford también demostraron que era posible aumentar las capacidades matemáticas de cualquiera aplicando, simplemente, leves descargas eléctricas en una zona del cerebro: el lóbulo parietal.
En 2014, además, hubo dos estudios que constataron la posibilidad de mejorar el cerebro con estimulación eléctrica. Uno de ellos, de la Universidad Northwestern de Estados Unidos reveló que esta técnica puede mejorar la memoria; y el otro que, aplicada a la corteza frontal media, la estimulación eléctrica puede fomentar la capacidad de aprender a partir de los propios errores.
Por último, este mismo año, investigadores de la Universidad Bar-Illan, en Israel, han demostrado que se puede cambiar la forma de pensar (en concreto, aumentar el grado de divagación mental) con un estímulo eléctrico leve aplicado en el cerebro.
Por si esto fuera poco, se acaba de anunciar un nuevo avance hacia la “transformación” del cerebro por medio de estimulación eléctrica (siempre se usan técnicas indoloras y no invasivas): Científicos de la Escuela de Medicina de la Universidad de Carolina del Norte (UNC Health Care) en EEUU han conseguido aumentar, en un 7,4% según tests realizados, la creatividad de adultos sanos con una leve corriente eléctrica (de 10 herzios) aplicada a sus cerebros.
¿Qué es la creatividad?
La creatividad es la capacidad de generar nuevas ideas o conceptos, o nuevas asociaciones entre ideas y conceptos conocidos, lo que habitualmente produce soluciones originales. Aún no se sabe de qué modo difieren las estrategias mentales entre el pensamiento convencional y el creativo, así que la cualidad de la creatividad suele ser valorada por el resultado final.
A nivel neurofisiológico, recientemente se ha logrado establecer un posible origen de esta habilidad cognitiva superior. Ha sido en una investigación de la Universidad Northwestern, en EEUU. Según esta, la creatividad se da gracias a una reducción de la capacidad para filtrar estímulos sensoriales irrelevantes, es decir, para aislarse del mundo y concentrarse. A cambio, esta condición “puede hacer la vida más rica y significativa”.
Estimulación magnética transcraneal. Una de las técnicas utilizadas en los últimos años para "manipular" el cerebro. Imagen: Eric Wassermann. Fuente: Wikipedia.
Características del estudio
Según informa el UNC Health Care, en un comunicado, para fomentar eléctricamente la creatividad humana, los científicos usaron en este caso electrodos que, pegados al cráneo, emitían una corriente eléctrica.
Lo que hizo esta corriente fue aumentar las ondas alpha cerebrales, que son oscilaciones electromagnéticas de actividad neuronal situadas en un rango de frecuencias de entre 8 y 13 herzios. Las ondas alpha son comúnmente detectadas usando un electroencefalograma (EEG) o exploración neurofisiológica basada en el registro de la actividad bioeléctrica del cerebro.
Según explica Flavio Frohlich, psiquiatra al cargo de la investigación, así “se alcanzó la primera evidencia de que potenciar de manera específica las ondas alpha causa un comportamiento complejo y concreto, en este caso, la creatividad”.
En el estudio participaron 20 adultos sanos que fueron sometidos a dos sesiones de aplicación de corrientes eléctricas en sus cerebros, más concretamente, en la corteza cerebral. Las corrientes fueron aplicadas durante cinco minutos en una primera sesión y durante 30 minutos en la segunda sesión.
Entretanto, los voluntarios fueron sometidos a una prueba de creatividad conocida como Test de Pensamiento Creativo de Torrance ; que consiste en completar una ilustración a partir de la muestra de una pequeña parte de esta (por ejemplo, una línea curva).
Resultados obtenidos
Al comparar los resultados en el Test de Torrance de la primera sesión con los de la segunda sesión, se constató que, tras las sesiones de estimulación de 30 minutos, los participantes obtuvieron un promedio de 7,4 puntos porcentuales más que en la otra.
Frohlich afirma que “esta es una gran diferencia cuando se trata de creatividad" y que, más allá de la media alcanzada, "varios participantes mostraron mejoras increíbles en su creatividad”.
Potenciales aplicaciones
El investigador cree que, a pesar de las lógicas preocupaciones éticas que se derivan de este tipo de estudios, sus resultados señalan que la estimulación eléctrica del cerebro puede ser usada para mejorar la salud humana: “Nuestro objetivo es aplicar este método a personas con enfermedades neurológicas y psiquiátricas. Por ejemplo, hay fuertes evidencias de que los individuos con depresión tienen trastornos en las oscilaciones alpha cerebrales. Si pudiéramos impulsar esos patrones de actividad cerebral, potencialmente podríamos ayudarlos”.
En los estudios previos mencionados al principio de este artículo, se ha destacado el potencial de la estimulación eléctrica cerebral para tratar también otros trastornos, como la discalculia (dificultades en el aprendizaje de las matemáticas) o la pérdida de memoria causada por lesiones o enfermedades como el Alzheimer.
De hecho, hace unos años, una empresa israelí desarrolló un sistema basado en la estimulación magnética transcraneal profunda destinado a combatir enfermedades mentales como el Alzheimer, el Parkinson, las adicciones, los ataques cerebrales, el abuso de drogas, los daños postraumáticos y la esquizofrenia.
Según informa el UNC Health Care, en un comunicado, para fomentar eléctricamente la creatividad humana, los científicos usaron en este caso electrodos que, pegados al cráneo, emitían una corriente eléctrica.
Lo que hizo esta corriente fue aumentar las ondas alpha cerebrales, que son oscilaciones electromagnéticas de actividad neuronal situadas en un rango de frecuencias de entre 8 y 13 herzios. Las ondas alpha son comúnmente detectadas usando un electroencefalograma (EEG) o exploración neurofisiológica basada en el registro de la actividad bioeléctrica del cerebro.
Según explica Flavio Frohlich, psiquiatra al cargo de la investigación, así “se alcanzó la primera evidencia de que potenciar de manera específica las ondas alpha causa un comportamiento complejo y concreto, en este caso, la creatividad”.
En el estudio participaron 20 adultos sanos que fueron sometidos a dos sesiones de aplicación de corrientes eléctricas en sus cerebros, más concretamente, en la corteza cerebral. Las corrientes fueron aplicadas durante cinco minutos en una primera sesión y durante 30 minutos en la segunda sesión.
Entretanto, los voluntarios fueron sometidos a una prueba de creatividad conocida como Test de Pensamiento Creativo de Torrance ; que consiste en completar una ilustración a partir de la muestra de una pequeña parte de esta (por ejemplo, una línea curva).
Resultados obtenidos
Al comparar los resultados en el Test de Torrance de la primera sesión con los de la segunda sesión, se constató que, tras las sesiones de estimulación de 30 minutos, los participantes obtuvieron un promedio de 7,4 puntos porcentuales más que en la otra.
Frohlich afirma que “esta es una gran diferencia cuando se trata de creatividad" y que, más allá de la media alcanzada, "varios participantes mostraron mejoras increíbles en su creatividad”.
Potenciales aplicaciones
El investigador cree que, a pesar de las lógicas preocupaciones éticas que se derivan de este tipo de estudios, sus resultados señalan que la estimulación eléctrica del cerebro puede ser usada para mejorar la salud humana: “Nuestro objetivo es aplicar este método a personas con enfermedades neurológicas y psiquiátricas. Por ejemplo, hay fuertes evidencias de que los individuos con depresión tienen trastornos en las oscilaciones alpha cerebrales. Si pudiéramos impulsar esos patrones de actividad cerebral, potencialmente podríamos ayudarlos”.
En los estudios previos mencionados al principio de este artículo, se ha destacado el potencial de la estimulación eléctrica cerebral para tratar también otros trastornos, como la discalculia (dificultades en el aprendizaje de las matemáticas) o la pérdida de memoria causada por lesiones o enfermedades como el Alzheimer.
De hecho, hace unos años, una empresa israelí desarrolló un sistema basado en la estimulación magnética transcraneal profunda destinado a combatir enfermedades mentales como el Alzheimer, el Parkinson, las adicciones, los ataques cerebrales, el abuso de drogas, los daños postraumáticos y la esquizofrenia.
Referencia bibliográfica:
Caroline Lustenberger, Michael R. Boyle, A. Alban Foulser, Juliann M. Mellin, Flavio Fröhlich. Functional role of frontal alpha oscillations in creativity. Cortex (2015). DOI: 10.1016/j.cortex.2015.03.012.
Caroline Lustenberger, Michael R. Boyle, A. Alban Foulser, Juliann M. Mellin, Flavio Fröhlich. Functional role of frontal alpha oscillations in creativity. Cortex (2015). DOI: 10.1016/j.cortex.2015.03.012.