Textos budistas de Gandhara. Fuente: LMU.
Expertos en indología de la Universidad Ludwig-Maximilians (LMU) de Múnich (Alemania), están analizando unos textos de 2.000 años de antigüedad, unos documentos budistas que han salido a la luz recientemente.
Según publica la LMU en un comunicado, los textos budistas, conservados en largos rollos de corteza de abedul, están escritos en gandhari, una lengua índica extinta hace mucho tiempo.
Los rollos tienen su origen en la antigua región de Gandhara, que se encontraba en lo que hoy corresponde al sureste de Afganistán, al centro y norte de Pakistán, y al noroeste de India. Gandhara fue un importante centro del budismo, cuyo arte —merced a los influjos griegos— es conocido como arte grecobudista.
Para los investigadores interesados en la historia inicial del budismo, estos manuscritos representan un hallazgo sensacional, por una serie de razones. La primera es su antigüedad. Algunos de los documentos datan del siglo I antes de Cristo, por lo que, con mucho, constituyen el ejemplo más antiguo de literatura budista hindú.
Pero, para los expertos, el contenido de estos textos es igualmente fascinante porque proporcionan una visión de una tradición literaria que se creía irremediablemente perdida, y porque ayudarán a los investigadores a reconstruir fases cruciales del desarrollo del budismo en la India.
Por otra parte, los rollos confirman el papel esencial desempeñado por la región de Gandhara en la difusión del budismo por Asia Central y China.
Según publica la LMU en un comunicado, los textos budistas, conservados en largos rollos de corteza de abedul, están escritos en gandhari, una lengua índica extinta hace mucho tiempo.
Los rollos tienen su origen en la antigua región de Gandhara, que se encontraba en lo que hoy corresponde al sureste de Afganistán, al centro y norte de Pakistán, y al noroeste de India. Gandhara fue un importante centro del budismo, cuyo arte —merced a los influjos griegos— es conocido como arte grecobudista.
Para los investigadores interesados en la historia inicial del budismo, estos manuscritos representan un hallazgo sensacional, por una serie de razones. La primera es su antigüedad. Algunos de los documentos datan del siglo I antes de Cristo, por lo que, con mucho, constituyen el ejemplo más antiguo de literatura budista hindú.
Pero, para los expertos, el contenido de estos textos es igualmente fascinante porque proporcionan una visión de una tradición literaria que se creía irremediablemente perdida, y porque ayudarán a los investigadores a reconstruir fases cruciales del desarrollo del budismo en la India.
Por otra parte, los rollos confirman el papel esencial desempeñado por la región de Gandhara en la difusión del budismo por Asia Central y China.
Edición de los manuscritos
En la LMU, un equipo de investigadores dirigido por el experto en indología Jens-Uwe Hartmann y por el profesor Harry Falk, de la Freie Universität de Berlín, acaba de comenzar el arduo trabajo de edición de los manuscritos.
La mayoría de estos textos ha sobrevivido sólo en forma de fragmentos, que primero deben ser cotejados para después volverlos a reunir. La magnitud de la tarea que los investigadores tienen por delante se refleja en la duración prevista para el proyecto: 21 años. El proceso será financiado con una subvención de 8,6 millones de euros del ‘Programa Academias’, coordinado por la Unión de Academias Alemanas de Ciencias y Humanidades.
Los investigadores no trabajarán estos años con los manuscritos, sino con escáneres digitales de estos. Esto se debe no solo a que los originales son extremadamente frágiles, sino a que además se encuentran repartidos por diferentes colecciones de todo el mundo. Una gran parte del material se guarda en la Biblioteca Británica de Londres.
El objetivo final del proyecto será elaborar una edición moderna de todos los manuscritos, de manera que queden disponibles para análisis adicionales. Además, los investigadores planean producir un diccionario de la lengua gandhari y un estudio de su gramática, aunque lo que se pretende principalmente es conocer la literatura en gandhari y la historia del budismo en Gandhara. Ya está claro que los resultados darán lugar a una nueva comprensión de las fases iniciales del budismo en la India.
Asimismo, los científicos planean el desarrollo de una base de datos completa que recoja todos los datos y resultados obtenidos, y que los relacione. La base de datos servirá como fuente para publicaciones electrónicas e impresas sobre el tema, y se prevé que tenga actualizaciones periódicas a las que podrá acceder cualquier investigación sobre el tema.
En la LMU, un equipo de investigadores dirigido por el experto en indología Jens-Uwe Hartmann y por el profesor Harry Falk, de la Freie Universität de Berlín, acaba de comenzar el arduo trabajo de edición de los manuscritos.
La mayoría de estos textos ha sobrevivido sólo en forma de fragmentos, que primero deben ser cotejados para después volverlos a reunir. La magnitud de la tarea que los investigadores tienen por delante se refleja en la duración prevista para el proyecto: 21 años. El proceso será financiado con una subvención de 8,6 millones de euros del ‘Programa Academias’, coordinado por la Unión de Academias Alemanas de Ciencias y Humanidades.
Los investigadores no trabajarán estos años con los manuscritos, sino con escáneres digitales de estos. Esto se debe no solo a que los originales son extremadamente frágiles, sino a que además se encuentran repartidos por diferentes colecciones de todo el mundo. Una gran parte del material se guarda en la Biblioteca Británica de Londres.
El objetivo final del proyecto será elaborar una edición moderna de todos los manuscritos, de manera que queden disponibles para análisis adicionales. Además, los investigadores planean producir un diccionario de la lengua gandhari y un estudio de su gramática, aunque lo que se pretende principalmente es conocer la literatura en gandhari y la historia del budismo en Gandhara. Ya está claro que los resultados darán lugar a una nueva comprensión de las fases iniciales del budismo en la India.
Asimismo, los científicos planean el desarrollo de una base de datos completa que recoja todos los datos y resultados obtenidos, y que los relacione. La base de datos servirá como fuente para publicaciones electrónicas e impresas sobre el tema, y se prevé que tenga actualizaciones periódicas a las que podrá acceder cualquier investigación sobre el tema.