Al cumplirse el primer mes de la presidencia de Donald Trump los peores pronósticos van tomando cuerpo. Lo destaca Michelle Goldberg en Slate, al señalar que estos 30 días han sido más crueles y destructivos de lo que la gente podría temer.
Su relato de la situación en Estados Unidos es bastante llamativo: este gobierno, dice, ha sido formado únicamente para la gente de Trump. Indica que poco se puede hacer con sus políticas, que los demócratas no pueden provocar su destitución porque sería peor el remedio que la enfermedad y que lo que representa esta Administración es una venganza largo tiempo soñada por los sectores sociales más conservadores, contrarios al establishment demócrata de Washington.
Lo peor está por venir, concluye Goldberg: los seguidores de Trump con representación política están coartando toda iniciativa social tendente a denunciar o criticar sus políticas. “Si América sobrevive a esta presidencia, será necesaria una comisión de la verdad y la reconciliación para reconstruir un gobierno que sea capaz de funcionar.”
Un toque de atención que se suma al desconcierto que nos produce todo lo que está ocurriendo, no sólo en Estados Unidos, en estos años que vivimos tan peligrosamente.
Su relato de la situación en Estados Unidos es bastante llamativo: este gobierno, dice, ha sido formado únicamente para la gente de Trump. Indica que poco se puede hacer con sus políticas, que los demócratas no pueden provocar su destitución porque sería peor el remedio que la enfermedad y que lo que representa esta Administración es una venganza largo tiempo soñada por los sectores sociales más conservadores, contrarios al establishment demócrata de Washington.
Lo peor está por venir, concluye Goldberg: los seguidores de Trump con representación política están coartando toda iniciativa social tendente a denunciar o criticar sus políticas. “Si América sobrevive a esta presidencia, será necesaria una comisión de la verdad y la reconciliación para reconstruir un gobierno que sea capaz de funcionar.”
Un toque de atención que se suma al desconcierto que nos produce todo lo que está ocurriendo, no sólo en Estados Unidos, en estos años que vivimos tan peligrosamente.