El año no ha comenzado con buen pie, con el barril de petróleo por encima de los 100 dólares (aunque sólo fue por escaso tiempo). El crudo ha subido un 57,2% en 2007 (en enero pasado costaba 50 dólares el barril) y, aunque las economías desarrolladas tienen cierto recorrido para encajar la escalada (particularmente Europa debido a la fortaleza del euro), los países del tercer mundo están indefensos: las ayudas prometidas para reducir la deuda externa ya son inferiores al sobrecosto del petróleo. 2008 será por tanto un año de renovadas tensiones Norte-Sur, propicias para extremismos de todo género. Para Jacques Attali, estamos a las puertas de una recesión mundial derivada, no de la escalada del petróleo, ya que no supondrá un impacto como el de 1973 según Blanchard, sino de la crisis crediticia. Le Monde es más circunspecto: gracias a China la economía mundial resiste las sacudidas de esta época turbulenta.