"CALCIFIED BAT II, LAKE NATRON, 2012" (Murciélago calcificado II. Lago Natrón 2012). © Nick Brandt 2013 Courtesy of Atlas Gallery, London.
El lago Natron es uno de los ecosistemas más extremos del Planeta. Las condiciones de vida son realmente complicadas por la alta salinidad de sus aguas, su temperatura -cercana a los 60 grados Celsius- y la alcalinidad de su pH (entre 9 y 10,5 cuando las condiciones de vida a las que estamos acostumbrados no supera los 6).
Ubicado en Tanzania cerca de la frontera con Kenia (África Central) este lago tiene una extensión de unos 800 kilómetros cuadrados y sus aguas tienen un color rojizo por la masiva proliferación de algas.
Resultan definitorias de su paisaje las formaciones de espirales de carbonato sódico procedentes de géiseres que brotan del subsuelo marino.
El lago toma su nombre del natron un compuesto natural formado principalmente por carbonato de sodio, con un poco de bicarbonato de sodio que, junto a la ceniza volcánica acumulada en el Gran Valle del Rift, dotan a este entorno de una singular característica: los animales que se sumergen en el agua mueren y se calcifican.
Ubicado en Tanzania cerca de la frontera con Kenia (África Central) este lago tiene una extensión de unos 800 kilómetros cuadrados y sus aguas tienen un color rojizo por la masiva proliferación de algas.
Resultan definitorias de su paisaje las formaciones de espirales de carbonato sódico procedentes de géiseres que brotan del subsuelo marino.
El lago toma su nombre del natron un compuesto natural formado principalmente por carbonato de sodio, con un poco de bicarbonato de sodio que, junto a la ceniza volcánica acumulada en el Gran Valle del Rift, dotan a este entorno de una singular característica: los animales que se sumergen en el agua mueren y se calcifican.
Ambiente extremo
La vida se limita, además, a microrganismos extremófilos y a las algas, a una variedad de la tilapia alcalina (Alcolapia alcalica) -adaptada para sobrevivir a estas duras condiciones de alcalinidad- y a unas colonias de flamencos que son capaces de filtrar el agua con sus picos y alimentarse de este modo de las algas, y que aprovechan las ocasionales islas de sal que se forman en el lago para anidar.
Para el resto de los animales, incluso para los propios flamencos, vivir en el lago Natron se ha convertido en un auténtico deporte de riesgo.
Básicamente, quienes se sumergen en sus aguas, principalmente pájaros, acaban muriendo, se secan y quedan para la eternidad como estatuas recubiertas por la solución salina. Parece que el reflejo que provoca es el atractivo que hace que incautos animalillos se atrevan a explorar y caigan en esta trampa mortal.
La vida se limita, además, a microrganismos extremófilos y a las algas, a una variedad de la tilapia alcalina (Alcolapia alcalica) -adaptada para sobrevivir a estas duras condiciones de alcalinidad- y a unas colonias de flamencos que son capaces de filtrar el agua con sus picos y alimentarse de este modo de las algas, y que aprovechan las ocasionales islas de sal que se forman en el lago para anidar.
Para el resto de los animales, incluso para los propios flamencos, vivir en el lago Natron se ha convertido en un auténtico deporte de riesgo.
Básicamente, quienes se sumergen en sus aguas, principalmente pájaros, acaban muriendo, se secan y quedan para la eternidad como estatuas recubiertas por la solución salina. Parece que el reflejo que provoca es el atractivo que hace que incautos animalillos se atrevan a explorar y caigan en esta trampa mortal.
"CALCIFIED FLAMINGO, LAKE NATRON, 2010" (Flamenco calcificado. Lago Natrón 2010). © Nick Brandt 2013 Courtesy of Atlas Gallery, London.
Estatuas de muerte
La popularización de este paraje es obra de un fotógrafo británico, Nick Brandt, quien ha publicado inquietantes instantáneas de animales en su libro Across the Ravaged Land ('A lo largo de la Tierra Devastada').
Las fotos no dejan de sorprender por su macabra belleza que irremediablemente se asocia con el pasaje bíblico de la mujer de Lot, que se convirtió en estatua de sal al volver la vista atrás. No hay causa-efecto entre ambos sucesos, pero como dicen los clásicos, 'si non e vero e ben trovato'.
La popularización de este paraje es obra de un fotógrafo británico, Nick Brandt, quien ha publicado inquietantes instantáneas de animales en su libro Across the Ravaged Land ('A lo largo de la Tierra Devastada').
Las fotos no dejan de sorprender por su macabra belleza que irremediablemente se asocia con el pasaje bíblico de la mujer de Lot, que se convirtió en estatua de sal al volver la vista atrás. No hay causa-efecto entre ambos sucesos, pero como dicen los clásicos, 'si non e vero e ben trovato'.