Ana Helena Chacón (imagen por autor)
Costa Rica es un ejemplo de alter sociedad, que simplemente es esa “otra” sociedad que ha sabido construir su futuro sobre una identidad cultural fuertemente arraigada entre las personas. Con apenas cinco millones de habitantes, la sociedad “tica” ha ido construyendo su futuro apostando por la tecnología y por los valores, siendo uno de ellos la paz. Pudiera no ser casualidad que el ganador en 2017 del Premio Nobel de la Paz fuera el costarricense Carlos Umaña.
En plena Sociedad Digital, el olimpo pacifista y medioambiental costarricense empieza a brillar por otras cuestiones y es que se ha revelado como uno de los focos de innovación más destacados del continente americano.
La embajadora de Costa Rica en España, Ana Helena Chacón, es un ejemplo gráfico de la sociedad “tica”. Con una sonrisa permanente y un hablar pausado, se desenvuelve con naturalidad ante los retos de la tecnología y comprende perfectamente la necesidad de incorporar ética en la inteligencia artificial.
Empecemos con una cita célebre. George Orwell pensaba que “lo importante no es mantenerse vivo sino mantenerse humano”. ¿Qué piensas Ana Helena?
Para avanzar como humanidad debemos comprometernos por completo con el respeto a los derechos humanos. Ello incluye a todas las personas, sin importar su color de piel, a quién aman, su edad, su origen, sus creencias o su lugar de residencia. Somos una sola raza y tenemos derechos que no son favores ni caprichos, no son monopolio de las mayorías, ni visiones de mundo de una población en particular.
España es número 11 en el ranking de digitalización europea y los españoles fallamos en capital humano. ¿Por qué debemos apostar por la formación de la población en habilidades digitales?
Los únicos capaces de hacer transformaciones somos los seres humanos. Por lo tanto, la inversión en capital humano es la única alternativa para generar movilidad social. Enseñar habilidades digitales es una prioridad para las sociedades. Dichos aprendizajes nunca estarán de más. Es importante capacitar para conseguir jóvenes más reflexivos, analíticos, que se muestren disconformes ante las desigualdades. Creo que es un imperativo.
Hoy las tecnologías pueden suplantar mucha mano de obra no calificada. Por eso la innovación es fundamental, para no dejar a nadie atrás. Como sociedades debemos apostar a la equiparación en la calidad de la educación sin que las diferencias geográficas sean un factor determinante. Tampoco el género o tu procedencia. Solo así nos salvaremos los unos a los otros y podremos convivir en armonía con las tecnologías, las ciencias y la innovación.
¿Es importante que la tecnología esté dirigida a conseguir un mundo más humano?
La tecnología nos ha traído grandes avances, que se producen con una rapidez nunca antes vista, pero debe de estar acompañada de un componente ético fundamental para la humanidad. Desde las nuevas formas de comunicarnos hasta cómo recibir y desagregar la información constate a nuestro alcance, requiere de educación.
La Inteligencia Artificial, el Internet de las Cosas, la robótica, en una economía digitalizada, nos podrían hacer perder el rumbo, donde el alma y los sentimientos no tengan prioridad. La búsqueda de la armonía debe de ser nuestro norte. Por más imaginación que tengamos no podemos saber hasta dónde nos llevará cada una de las nuevas invenciones, pero el día que no pongamos al ser humano como centro en cada decisión, ese día perderemos nuestra esencia.
En plena Sociedad Digital, el olimpo pacifista y medioambiental costarricense empieza a brillar por otras cuestiones y es que se ha revelado como uno de los focos de innovación más destacados del continente americano.
La embajadora de Costa Rica en España, Ana Helena Chacón, es un ejemplo gráfico de la sociedad “tica”. Con una sonrisa permanente y un hablar pausado, se desenvuelve con naturalidad ante los retos de la tecnología y comprende perfectamente la necesidad de incorporar ética en la inteligencia artificial.
Empecemos con una cita célebre. George Orwell pensaba que “lo importante no es mantenerse vivo sino mantenerse humano”. ¿Qué piensas Ana Helena?
Para avanzar como humanidad debemos comprometernos por completo con el respeto a los derechos humanos. Ello incluye a todas las personas, sin importar su color de piel, a quién aman, su edad, su origen, sus creencias o su lugar de residencia. Somos una sola raza y tenemos derechos que no son favores ni caprichos, no son monopolio de las mayorías, ni visiones de mundo de una población en particular.
España es número 11 en el ranking de digitalización europea y los españoles fallamos en capital humano. ¿Por qué debemos apostar por la formación de la población en habilidades digitales?
Los únicos capaces de hacer transformaciones somos los seres humanos. Por lo tanto, la inversión en capital humano es la única alternativa para generar movilidad social. Enseñar habilidades digitales es una prioridad para las sociedades. Dichos aprendizajes nunca estarán de más. Es importante capacitar para conseguir jóvenes más reflexivos, analíticos, que se muestren disconformes ante las desigualdades. Creo que es un imperativo.
Hoy las tecnologías pueden suplantar mucha mano de obra no calificada. Por eso la innovación es fundamental, para no dejar a nadie atrás. Como sociedades debemos apostar a la equiparación en la calidad de la educación sin que las diferencias geográficas sean un factor determinante. Tampoco el género o tu procedencia. Solo así nos salvaremos los unos a los otros y podremos convivir en armonía con las tecnologías, las ciencias y la innovación.
¿Es importante que la tecnología esté dirigida a conseguir un mundo más humano?
La tecnología nos ha traído grandes avances, que se producen con una rapidez nunca antes vista, pero debe de estar acompañada de un componente ético fundamental para la humanidad. Desde las nuevas formas de comunicarnos hasta cómo recibir y desagregar la información constate a nuestro alcance, requiere de educación.
La Inteligencia Artificial, el Internet de las Cosas, la robótica, en una economía digitalizada, nos podrían hacer perder el rumbo, donde el alma y los sentimientos no tengan prioridad. La búsqueda de la armonía debe de ser nuestro norte. Por más imaginación que tengamos no podemos saber hasta dónde nos llevará cada una de las nuevas invenciones, pero el día que no pongamos al ser humano como centro en cada decisión, ese día perderemos nuestra esencia.
¿Por qué es importante la ética para desarrollar inteligencia artificial?
Los principios éticos deben de regir el accionar de toda invención y acompañar al ser humano en cada decisión de su vida. Para esto hay constantemente estudios de bioética, los cuales con fundamentos y evidencia marcan el camino.
Debemos de hacer una diferencia fundamental entre la moral y la ética, para comprender mejor, pues tienden a confundirse en el uso diario. La moral es personal, tiene que ver con creencias religiosas y dogmas. Es totalmente respetable, pero varía mucho entre personas, culturas y sociedades. Por lo tanto, la moral no es de carácter universal como sí lo es la ética, que es irrenunciable.
En julio de 2017 Costa Rica fue el primer país del mundo con una estrategia nacional integral para eliminar los plásticos de un solo uso. ¿Un país con la biodiversidad de Costa Rica puede ser fuente de inspiración para los retos climáticos del resto de países?
Costa Rica se ha adelantado a los tiempos en muchas ocasiones. Eliminamos la pena de muerte en el siglo XIX. También declaramos en aquella época la educación pública gratuita y universal. Eliminamos el ejército en 1949, porque ese era el camino que deseábamos elegir. Hoy como nación tenemos nuevos desafíos y queremos convertirnos en un ejemplo para el mundo demostrando que podemos ser un país verde y descarbonizado, al mismo tiempo que continuamos reproduciendo riqueza.
Podría dar numerosos ejemplos de Costa Rica como país pionero. Hemos apostado decididamente por la generación de electricidad con energías renovables, agua, viento, geotermia, biomasa y sol. Hemos revertido la deforestación de un 26% de cobertura en el año 1984 a un 52% hoy, además de que el 25 % del territorio nacional es área protegida.
En Costa Rica vivimos bajo un proceso en permanente desarrollo. La gestión de los residuos sólidos es un enorme desafío basado en la separación, reutilización, revaloración y disposición final de máxima eficiencia y bajas emisiones de gases de efecto invernadero. Hoy somos el primer país del mundo con una estrategia integral para eliminar los plásticos de un solo uso. Se acompaña la iniciativa con un proyecto de ley que se encuentra actualmente en discusión en el Congreso de la República.
Hay pequeños países que están a la vanguardia de la innovación en su territorio. ¿Es Costa Rica la Estonia del continente americano?
Admiro mucho un país como Estonia. Tiene grandes diferencias geopolíticas con Costa Rica, pero contamos con similitudes en materia de innovación. Un elemento importante es que en el Índice Mundial de Innovación 2018, Costa Rica es el segundo país más destacado en América Latina y el Caribe, solo superado por Chile.
Cuando hablamos de innovación normalmente lo que se evalúa es educación, capacitación, facilidad para crear emprendimiento y empresa, y exportaciones. Lo que más empuja a Costa Rica es la inversión en educación con respecto al PIB, el acceso al crédito, los pagos por propiedad intelectual y la exportación de servicios de tecnologías de la información. Se podría asegurar que el inicio del proceso innovador en Costa Rica surgió en los 1990s con la fabricación de microchips y la exportación de tecnología avanzada. Otro elemento es que gracias a esa visión de país innovador hemos atraído a empresas como Microsoft, Intel, Hewlett Packard o Google.
En materia de Telecomunicaciones y Tecnologías de la Información tenemos un ambicioso Plan Nacional de Telecomunicaciones. Apostamos por la digitalización y el acceso y servicio universal (CR Digital) por cobertura y hablamos del Internet de las Cosas. Gracias a CR Digital hoy más de 100 mil familias en situación vulnerable tienen internet, equipo de cómputo y telefonía en sus casas. No solo son evidencias de acceso a lo digital, sino son la materia prima para crear, para investigar, para innovar.
Tuve el honor de presidir el Consejo Presidencial de Innovación y Talento Humano en el pasado período, y puedo comentar con mucho orgullo que recibimos un reconocimiento por parte de la Unión Internacional de Telecomunicaciones, organización de Naciones Unidas, por ser el primer país del mundo que utilizamos una estrategia de disminución de la brecha digital y conectividad dentro de un plan nacional de reducción de la pobreza extrema.
Activista en derechos humanos
Ana Helena Chacón es Embajadora de Costa Rica en España. Anteriormente fue vice presidenta de la República de Costa Rica, diputada nacional, vice ministra de Seguridad Pública, Comisionada de Naciones Unidas sobre VIH y presidenta del ente rector en discapacidad de Costa Rica, entre otros cargos de relevancia. Independientemente de su posición institucional, Ana Helena Chacón siempre ha sido una entusiasta activista en derechos humanos.
Los principios éticos deben de regir el accionar de toda invención y acompañar al ser humano en cada decisión de su vida. Para esto hay constantemente estudios de bioética, los cuales con fundamentos y evidencia marcan el camino.
Debemos de hacer una diferencia fundamental entre la moral y la ética, para comprender mejor, pues tienden a confundirse en el uso diario. La moral es personal, tiene que ver con creencias religiosas y dogmas. Es totalmente respetable, pero varía mucho entre personas, culturas y sociedades. Por lo tanto, la moral no es de carácter universal como sí lo es la ética, que es irrenunciable.
En julio de 2017 Costa Rica fue el primer país del mundo con una estrategia nacional integral para eliminar los plásticos de un solo uso. ¿Un país con la biodiversidad de Costa Rica puede ser fuente de inspiración para los retos climáticos del resto de países?
Costa Rica se ha adelantado a los tiempos en muchas ocasiones. Eliminamos la pena de muerte en el siglo XIX. También declaramos en aquella época la educación pública gratuita y universal. Eliminamos el ejército en 1949, porque ese era el camino que deseábamos elegir. Hoy como nación tenemos nuevos desafíos y queremos convertirnos en un ejemplo para el mundo demostrando que podemos ser un país verde y descarbonizado, al mismo tiempo que continuamos reproduciendo riqueza.
Podría dar numerosos ejemplos de Costa Rica como país pionero. Hemos apostado decididamente por la generación de electricidad con energías renovables, agua, viento, geotermia, biomasa y sol. Hemos revertido la deforestación de un 26% de cobertura en el año 1984 a un 52% hoy, además de que el 25 % del territorio nacional es área protegida.
En Costa Rica vivimos bajo un proceso en permanente desarrollo. La gestión de los residuos sólidos es un enorme desafío basado en la separación, reutilización, revaloración y disposición final de máxima eficiencia y bajas emisiones de gases de efecto invernadero. Hoy somos el primer país del mundo con una estrategia integral para eliminar los plásticos de un solo uso. Se acompaña la iniciativa con un proyecto de ley que se encuentra actualmente en discusión en el Congreso de la República.
Hay pequeños países que están a la vanguardia de la innovación en su territorio. ¿Es Costa Rica la Estonia del continente americano?
Admiro mucho un país como Estonia. Tiene grandes diferencias geopolíticas con Costa Rica, pero contamos con similitudes en materia de innovación. Un elemento importante es que en el Índice Mundial de Innovación 2018, Costa Rica es el segundo país más destacado en América Latina y el Caribe, solo superado por Chile.
Cuando hablamos de innovación normalmente lo que se evalúa es educación, capacitación, facilidad para crear emprendimiento y empresa, y exportaciones. Lo que más empuja a Costa Rica es la inversión en educación con respecto al PIB, el acceso al crédito, los pagos por propiedad intelectual y la exportación de servicios de tecnologías de la información. Se podría asegurar que el inicio del proceso innovador en Costa Rica surgió en los 1990s con la fabricación de microchips y la exportación de tecnología avanzada. Otro elemento es que gracias a esa visión de país innovador hemos atraído a empresas como Microsoft, Intel, Hewlett Packard o Google.
En materia de Telecomunicaciones y Tecnologías de la Información tenemos un ambicioso Plan Nacional de Telecomunicaciones. Apostamos por la digitalización y el acceso y servicio universal (CR Digital) por cobertura y hablamos del Internet de las Cosas. Gracias a CR Digital hoy más de 100 mil familias en situación vulnerable tienen internet, equipo de cómputo y telefonía en sus casas. No solo son evidencias de acceso a lo digital, sino son la materia prima para crear, para investigar, para innovar.
Tuve el honor de presidir el Consejo Presidencial de Innovación y Talento Humano en el pasado período, y puedo comentar con mucho orgullo que recibimos un reconocimiento por parte de la Unión Internacional de Telecomunicaciones, organización de Naciones Unidas, por ser el primer país del mundo que utilizamos una estrategia de disminución de la brecha digital y conectividad dentro de un plan nacional de reducción de la pobreza extrema.
Activista en derechos humanos
Ana Helena Chacón es Embajadora de Costa Rica en España. Anteriormente fue vice presidenta de la República de Costa Rica, diputada nacional, vice ministra de Seguridad Pública, Comisionada de Naciones Unidas sobre VIH y presidenta del ente rector en discapacidad de Costa Rica, entre otros cargos de relevancia. Independientemente de su posición institucional, Ana Helena Chacón siempre ha sido una entusiasta activista en derechos humanos.