A veces hay que puentear al jefe, pero con tacto

En negocios familiares, los directivos pueden no estar capacitados para ciertas funciones y hay que sobrellevar la situación


Ser el segundo al mando en una empresa familiar, sin ser parte de la familia, es tan complicado o más que ser el director general y el único jefe. Tras un sondeo entre expertos en recursos humanos, los especialistas coinciden en una misma opinión: los jefes impuestos a dedo por los propietarios de un negocio no suelen ser los más calificados, aunque por vínculos familiares se quiera pensar que sí. Por Iván Abreu Anaya.


Iván Abreu Anaya
15/07/2013

Llegados a este punto merece la pena replantearse el organigrama de la empresa familiar. Es habitual conocer gerentes puestos a dedo que no tienen la más mínima idea del negocio, pero teniendo una empresa familiar sería injustificado estar en el paro. Es ahí cuando entra la estrategia empresarial de los propietarios, y la visión de liderazgo.

En ninguno de los casos los expertos aseguran que los familiares (hermanos, hijos, nietos) que ejercen cargos gerenciales en empresas sean todos incapaces, sólo que en ocasiones el “ojo del amo” puede incidir de manera positiva en áreas de la empresa más cercanas al equipo de trabajo.

Según el digital especializado de la CBS News, Moneywatch los cargos directivos deben ocuparlos expertos preparados en determinadas áreas y los herederos o familiares que no conocen el negocio deberían prepararse en áreas que ayuden a consolidar el éxito de su empresa.

En ocasiones, en el afán de hacer rentable la empresa y por el temor al fracaso, los propietarios no confían en nadie más que en su propia familia para ejercer cargos con poder de decisión, abandonando la posibilidad de tener un gerente brillante, con experiencia y conocimientos adquiridos que garanticen al negocio la rentabilidad y el éxito.

Sublevarse no siempre es incorrecto

Imagine el siguiente escenario: usted está ejerciendo un papel de liderazgo, pero tiene un superior escogido por vínculos familiares. Además, es muy posible que le hayan contratado a usted para compensar sus deficiencias.

Evidentemente jamás se lo dirán, tendrá que averiguarlo y asumirlo con diplomacia y profesionalismo. Pero, en la práctica, en determinadas ocasiones usted va tener que pasar por encima del criterio de su “superior”. Es sin duda una situación desagradable y llena de peligros.

Sin embargo, el primer paso, según la recomendación de los especialistas, es transmitirle a su nuevo jefe que ha venido a echarle una mano y trabajar en equipo por el bienestar de todos, ‘ha venido a quitarle peso de encima’.

Un ejemplo perfecto para sobrellevar la incompetencia de la gestión de su superior es hablar los temas que generan deficiencias en la empresa desde una visión muy general y sin buscar aparentes culpables; y tras presentar la situación acompañarla de la solución aconsejada para mejorar la gestión de su jefe.

Nunca debe parecer que ha llegado a este nuevo puesto a arrebatarle la gerencia, porque además ese individuo es uno de los dueños de la empresa. Habrá que aprender a sobrellevarlo.

“Al venir a él con una solución, le das la opción de tomarla sin tener que admitir que no está realizando su labor con la efectividad necesaria. Si es receptivo, entonces usted puede comenzar a hacer los cambios. Ofrézcase como voluntario para ser el que se encarga de programar o disciplinar a los empleados. Que no de la sensación de que le retira una responsabilidad porque no sabe llevar un área, sino que le echa una mano para dejarle centrarse en sus responsabilidades de mayor envergadura",aconseja Suzanne Lucas, experta en recursos humanos.

En el caso de que no sea receptivo a sus opiniones, y se muestre a la defensiva, tendrá que ir a su gerente de distrito. Que seguramente también será un familiar, por lo que será una situación ligeramente engorrosa.

Aprender a manejarlo o marcharse…

Cuando nos encontramos sumergidos en una situación tan comprometedora como un jefe incompetente que no da siquiera señales de abandonar su cargo por tratarse de su empresa familiar, lo mejor es plantearse el hecho de seguir adelante con los riesgos que se asumen, cada vez que toma una decisión.

Algunos especialistas recomiendan hacer una labor de hormiga y, poco a poco, ir ganándose la confianza de ese superior, con el fin de que su opinión progresivamente pueda contar para la evolución de su área y de la empresa en general.

No es una solución perfecta, pero cuando su jefe es el sobrino del propietario, usted tiene que aceptar algunos compromisos sobre la perfección de su trabajo.

A los dueños de negocios, los expertos les recomiendan: "cuando su hermana se acerca y le pide que le dé a su hijo un puesto de trabajo, la respuesta debe ser no. Si es necesario, que el aspirante se abra camino con su empeño y trabajo constante, desde un cargo de poca responsabilidad en su empresa, pero como un obrero más. De lo contrario, su negocio va a estar mejor sin el pequeño sobrino". Sepa diferenciar el dinero y la productividad de los favores y vínculos de sangre, si quiere garantizar su éxito.



Iván Abreu Anaya
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