Liberation publica hoy un informe clasificado del FBI en el que se destaca que las investigaciones sobre los terroristas del 11S siguen sin cerrarse seis años después de los atentados. Se sabe qué hicieron los 19 terroristas varios meses antes de inmolarse, pero las pistas se han interrumpido sin una explicación plausible. El informe, relata el diario francés, fue realizado con la finalidad de facilitar las investigaciones judiciales, pero quedó marginado porque la Administración Bush optó por ir a la guerra y restó importancia a la labor de la justicia. Y aunque más tarde el Congreso aprobó la ley Patriot Act que instauraba la colaboración policial con otros países, los resultados de esta colaboración se emplearon más para argumentar el discurso bélico que para llevar a los responsables directos a los tribunales. A las lagunas de la investigación (denunciadas asimismo en el último libro de Pilar Urbano) se suman así las desafortunadas opciones bélicas, dejando inacabado un episodio traumático no sólo para Estados Unidos, sino para el conjunto de nuestra civilización.